EDUCAR BIEN CON JUAN RUIZ

lunes, marzo 26, 2007

LA IMPORTANCIA DE UN BUEN DESAYUNO (II)

Hablaba antes sobre lo saludable que es un buen desayuno. La diferencia entre hacer un desayuno equilibrado o no puede llegar a traducirse en mejores notas, una mejora del sistema inmune y una mayora facilidad para legar al fin de semana en condiciones óptimas. Pero claro, muchas madres, después de tener que pelearse con sus hijos para que se despierten, levanten, vistan y demás, me preguntarán qué es un desayuno equilibrado.

Desgraciadamente, el bollo de chocolate y el cacao no es lo más adecuado (aunque sin duda lo más demandado). Para que nuestros hijos tiendan a cumplir el desayuno es ideal que lo hagan en compañía, que puedan variar y muchas veces que tenga colorido. En muchas familias el desayuno puede ser la única ocasión en el que la mayor parte de los integrantes de la familia se encuentren, aparte del fin de semana. Así, como en casi todo lo que concierne en el desarrollo y educación de un niño, si lo ve hacer a sus padres, lo hará él.


Así, si el famoso bollo y cacao del anterior ejemplo nos puede costar 700 kcal, aparte que muy desproporcionadas (muchas grasas hidrogenadas, muchos hidratos de carbono y pocas proteínas), un desayuno que conste de un vaso de leche, dos rebanadas tostadas con un poco de mermelada, un zumo de naranja y un yogur, puede no pasar de las 450 kcal, y mucho más equilibradas. Sin contar que nuestro hijo tendrá mucha menos hambre durante la mañana, llegará al almuerzo con menos ansía y su alimentación será más completa).


Ahora, la tarea de que esto se cumpla, como siempre, recaerá en los padres.