EDUCAR BIEN CON JUAN RUIZ

lunes, abril 02, 2007

¿NECESITAMOS DE VERDAD LAS VITAMINAS EN LOS CAMBIOS DE ESTACIÓN?

Es muy común en esta época del año en la que nos encontramos algo cansados y poco activos (la famosa astenia primaveral) a algún defecto vitamínico. Por eso acudimos casi en masa a las farmacias o herbolarios y nos atiborramos a nosotros (y al resto de la familia) con la esperanza que eso nos hará más activos…


Nunca nos paramos a pensar si en verdad las necesitamos o si la causa es otra. Dejando atrás el hecho de que pocos especialistas le encuentran una causa a la astenia estacional, los aportes vitamínicos rara vez son necesarios.


Si se lleva una dieta equilibrada, lo único que conseguiremos ante el aporte extra de vitaminas es eliminarlas por orina. La vitamina, necesaria para la vida la obtenemos de los alimentos, y tiene un máximo de absorción diario, con lo que lo que tomemos extra lo eliminaremos.


En muchas ocasiones tampoco aumentaremos las reservas, porque estas difieren mucho según la persona y la vitamina (de B12 tenemos para más de 6 meses, mientras que la vitamina A se renueva cada 2 ó 3 días). Así, se considera que necesitan las vitaminas los deportistas de alto nivel, los ancianos y los que padecen algún tipo de síndrome de malabsorción o infección grave.


También tenemos que pensar que esta astenia primaveral puede ser lo que los médicos llamamos una alteración de la normalidad, ya que nuestro organismo tiene que adaptarse a un nuevo horario, a mayor cantidad de horas de sol y a un aumento de las temperaturas, y unas vitaminas no van a cambiar eso, como tampoco cambian lo mal que nos sentimos cuando volvemos a trabajar después del verano (otra necesidad de adaptación).

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lunes, marzo 26, 2007

LA IMPORTANCIA DE UN BUEN DESAYUNO (II)

Hablaba antes sobre lo saludable que es un buen desayuno. La diferencia entre hacer un desayuno equilibrado o no puede llegar a traducirse en mejores notas, una mejora del sistema inmune y una mayora facilidad para legar al fin de semana en condiciones óptimas. Pero claro, muchas madres, después de tener que pelearse con sus hijos para que se despierten, levanten, vistan y demás, me preguntarán qué es un desayuno equilibrado.

Desgraciadamente, el bollo de chocolate y el cacao no es lo más adecuado (aunque sin duda lo más demandado). Para que nuestros hijos tiendan a cumplir el desayuno es ideal que lo hagan en compañía, que puedan variar y muchas veces que tenga colorido. En muchas familias el desayuno puede ser la única ocasión en el que la mayor parte de los integrantes de la familia se encuentren, aparte del fin de semana. Así, como en casi todo lo que concierne en el desarrollo y educación de un niño, si lo ve hacer a sus padres, lo hará él.


Así, si el famoso bollo y cacao del anterior ejemplo nos puede costar 700 kcal, aparte que muy desproporcionadas (muchas grasas hidrogenadas, muchos hidratos de carbono y pocas proteínas), un desayuno que conste de un vaso de leche, dos rebanadas tostadas con un poco de mermelada, un zumo de naranja y un yogur, puede no pasar de las 450 kcal, y mucho más equilibradas. Sin contar que nuestro hijo tendrá mucha menos hambre durante la mañana, llegará al almuerzo con menos ansía y su alimentación será más completa).


Ahora, la tarea de que esto se cumpla, como siempre, recaerá en los padres.

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lunes, marzo 19, 2007

LA IMPORTANCIA DE UN BUEN DESAYUNO (I)

Hace tiempo que había un anuncio en televisión que nos recordaba que había “que empezar el día con energía”. Eso nunca ha sido tan cierto como en estos tiempos, donde cerca del 40% de los niños en edad escolar no desayunan, y casi el 60% no lo hacen en condiciones. Para un experto en nutrición es muy difícil el decir que una comida es más importante que otra, pero nadie duda que el desayuno es fundamental sobre todo en edad escolar.

Al despertarse, el cerebro se encuentra con que se reinicia después de un largo período de ayuno, y cómo tal momento, necesita de mucha energía para mantenerse despierto. Hay estudios que demuestran que los niños que desayunan de manera más completa sacan mejores notas que los que no lo hacen.


Por supuesto esto está muy alejado de decir que el niño que desayuna va a ser más listo que el que no lo hace, pero si es verdad que estará más atento y menos somnoliento y su ciclo de producción de energía mejor preparado, con lo que su cerebro funcionará mejor.
Después de todo, el desayuno tiene que llevar casi entre el 20 y el 25% de los requerimientos diarios de energía y nutrientes, si esto no se aporta o escasea, nuestro hijo ya va soportando un déficit nutricional. (y mal que nos pese, compensarlo en el resto de las comidas, no solo no es un buen remedio, si no que en la mayoría de las ocasiones es contraproducente).


Es más, en varios estudios realizados en EEUU, se ha demostrado que, en pacientes con Alzeheimer, aquellos que desayunaban tenían mejor resultado en las pruebas cognitivas y presentaban menor deterioro general.Y además, el desayuno, y en general, seguir las cinco comidas, suele prevenir la obesidad y mejorar el rendimiento deportivo en los niños.

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miércoles, febrero 28, 2007

LA FIEBRE

Es habitual en esta época del año, en el que proliferan los catarros y las gripes, que las madres se preocupen ante episodios de fiebre de sus hijos, más cuanto menor es el pequeño. Es una situación que genera ansiedad porque siempre vemos a la fiebre como un enemigo, cuando la mayor parte de las veces actúa para nosotros.

Es importante saber que el tratamiento inmediato de la fiebre nunca es aconsejable por varios motivos. En primer lugar porque es una señal que manda el cuerpo para informarnos de que algo anda mal. Además el aumento de la temperatura estimula la producción de glóbulos blancos y anticuerpos para defendernos. Otra utilidad que suele pasar bastante desapercibida, es que las bacterias y virus actúan de manera óptima para reproducirse a 36,8ºC, con lo que si el cuerpo aumenta la temperatura está poniéndole las cosas más difíciles de la cuenta a esos “visitantes inesperados”.


Algunos médicos han señalado también, que ya que la fiebre estimula la hormona de crecimiento (y todos recordamos estirones importantes de nuestros hijos tras fiebres muy altas), es una manera de poner a prueba todo el sistema de evolución, ya que la elección natural actúa haciendo más fuertes y grandes a aquellos seres que sobreviven con mayor facilidad a las enfermedades.


También es importante que valoremos que los niños tienen temperaturas más altas que los adultos, que por la tarde, en situaciones normales y después de haber jugado un buen rato en el patio, no es raro que pueden tener 37,5º C de temperatura y no ser fiebre.


La gran preocupación de cualquier padre es siempre que la fiebre elevada si no se baja seguirá subiendo hasta extremos inalcanzables, cosa que no ocurre, porque en nuestro medio rara vez una fiebre pasa de 39,5º. Y para que una fiebre cause daños en el cerebro de nuestros hijos, ésta tiene que llegar hasta los 42º y mantenerse ahí un buen tiempo. En cuanto a las convulsiones febriles, aparte de ser bastante raras, suelen resolverse sin mayores consecuencias para el pequeño.


En resumen, si nuestro hijo tiene fiebre, habrá que buscar el origen de ésta, y tranquilizarnos, porque no por más alta la fiebre, más grave la enfermedad. Sólo indica que el organismo se prepara para combatir aquello que nos invade.

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lunes, febrero 19, 2007

LA IMPORTANCIA DE LO QUÉ DECIMOS CUANDO VAMOS AL MÉDICO

Muchas veces no sabemos como es posible que haya niños en una consulta que nunca rechisten ante las “perrerías” que un médico les hace en la consulta, y otros, habitualmente tiernos y tranquilos, se conviertan en la niña del exorcista ante la mera visión de un depresor lingual o un fonendo. Muchos podrán argüir que puede deberse a la bata blanca o a la simple asistencia a una consulta, pero todo médico que haya echo visita a domicilio habrá visto los mismos resultados, incluso entre los miembros más pequeños de la familia propia, con lo que también queda descartado la atenuante de la confianza.

Es seguro que parte de la culpa es del médico, que si ya de por sí tiene que ser capaz de empatizar con un adulto para generar confianza, es mucho más importante esta característica cuando tratamos con niños, mucho más vulnerables.


Pero es también que los padres sean capaces ellos mismos de generar esa confianza a sus hijos. Si estos ven temerosos o nerviosos a sus papis ante la visita del médico esto se contagiará. Es más importante incluso lo que decimos. La famosa advertencia de “si te portas mal el doctor te pinchará” es casi sinónimo de que ese niño siempre, siempre verá al médico como un enemigo. Hay que intentar hacer desaparecer del vocabulario palabras como dolor, ya que predisponen a cerebros hiperactivos como los de nuestros pequeños a lo peor; también hay que demostrar confianza en el personal sanitario, saludándoles de manera amistosa ante el enfermo y hablando siempre bien del niño o niña, para que este refuerce su autoestima y lo quiera corroborar delante del médico, enfermera o dentista. Y siempre tratar con paciencia la enfermedad de nuestros hijos, ya que son pequeños y o son capaces de racionalizar como los adultos sus síntomas y sensaciones, con lo que siempre se rebelarán ante su situación, que ellos no entienden, incluyendo por supuesto la visita del médico.

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